domingo, 30 de octubre de 2011

Otra vez ¿por qué?


Por qué hice que volvieras sentimiento dormido. Por qué hice que te presentaras como si nada, por qué, será que te busqué… será que nunca te olvidé. No lo sé, no lo entiendo, no me entiendo.
Pero, aquí estás y te instalaste de nuevo, en mi mente, en mí ser, en mis días y andas queriendo colarte en mi corazón, pero no quiero dejarte; me das miedo, me confundes. Por qué quieres irrumpir un corazón que hoy está dolorido, atrofiado, agotado de tanto llorar; por qué te traigo de vuelta sin antes anteponer la cabeza, por qué, me seguiré preguntando una y otra vez por qué.
Dónde tuve la cabeza cuanto te avispé, dónde quedó mi orgullo, mi dignidad al tenerte presente ante mí. No lo sé, y hoy creo que ni lo quiero saber, porque ya estás y tengo dos opciones: o permito que regreses o te mando a volar de nuevo pensando una vez más que será para siempre...qué hacer, qué no hacer, qué está bien, qué está mal, qué quiero, qué no quiero.
Muchos interrogantes, demasiados para mi actual existencia, me están merodeando a diario, me dan vueltas, me estremecen, me abomban de nervios, me atrofian de dudas, me está desequilibrando por completo.
Qué hago si fui yo quien te llamó, qué hago conmigo después de volver a buscarte, qué hago con lo que tengo, con lo que tenía, con lo que tendré. Qué hago. Y los interrogantes siguen en aumento, parecen no tener respiro, no encontrar respuestas, no encontrar salidas.
Y aun así, no quiero más preguntas, no quiero más dudas, no quiero estar más así, pero en definitiva no se qué hacer y todo vuelve de nuevo una y otra vez como un circulo sin principio ni final, como un pasadizo sin salida, condenada a vivir con los sentimientos que pensé que estaban dormidos pero acechan constantemente para revolver mi herida.

No hay comentarios: