lunes, 13 de abril de 2020

Te digo adiós

Y sin embargo murió. Aquello que parecía indescriptiblemente eterno llegó a su fín. Ha pasado una década y aun parece ayer. Tengo tu rostro grabado a fuego en mi retina. en mis sueños te apareces una y otra vez. Parecieras no querer irte del todo... Sin embargo, llevo años padeciendo tu partida. Las lágrimas de aquel día resurgen cuando tu imagen se implanta como roca en mi mente y atraviesa todas las fibras de mi ser. Te has ido y, a pesar de todo, aún estás... difuminado, casi borroso, pero estás. Y aunque este loco corazón prometió olvidarte y arrancarte de cuajo, tu figura no hace más que aparecerse como el fantasma de una verdad que a medias no quiere olvidarse, que a la fuerza no quiere irse para siempre. Y así avecinas cada vez que mi mente retrocede en el tiempo, en aquel en el que avistaba mi sonrisa enamorada cuando tus ojos me contemplaban de sol a sol. Extraño... sí que lo hago... pero ya es tiempo, desde hace mucho, de decir adiós.

2 comentarios:

Omar. dijo...

Excelente Ana. Hermoso texto. ;)

Aníbal Costilla dijo...

Emotivo texto de despedida.