jueves, 31 de octubre de 2019

Floreciendo

Me quedé con tu flor blanca en la mano, pensando cómo por ese pequeño detalle mis pensamientos se dispersaron por miles de mundos. La guardé sabiendo que se marchitaría, que su perfume se expandiría entre las telas de mi cartera, que su aroma dejará tu recuerdo escondido en la oscuridad y que, mientras poco a poco su vida se apaga, intencio-nada dormirá en un sinfín de incógnitas. Me quedé con ella, aún si que te dieras cuenta, aún sin que supieras que en esa diminuta naturaleza me entregaste tu mundo. Consciente o no, elegiste regalármela, sin protocolos, sin preámbulos, sin más... simplemente dejaste que mis manos se adueñaran de ella; como si en su esencia un poco de tí quedara para mí. Una flor blanca, un jazmín, uno entre todos los jazmines de la historia cayó sobre mí y le dio sentido a un sentimiento dormido. Calmo, tranquilo y regocijado, mi corazón cambió su latir hacia vos; mis ojos tienen una chispa distinta. El recuerdo de ese sublime, aunque efímero, momento perdurará por siempre. Tu flor vive, descansa y duerme eternamente en la emoción jamás imaginada de haberme elegido.

6 comentarios:

Jorge Curinao dijo...

La espontaneidad es frescura en sí misma, lindo camino de narrar sonrisas y afectos casi en silencio. Te felicito por tus textos, me gustan mucho.

Anónimo dijo...

"uno entre todos los jazmines de la historia cayó sobre mí y le dio sentido a un sentimiento dormido"
Que linda esa oración. Muy buen texto Analia.

Analía Escañuela Revilla dijo...

Gracias!!! Que lindo saber que tengo un nuevo seguidor.
Ya estaré subiendo textos y actualizando más seguido el blog. Saludos!

Analía Escañuela Revilla dijo...

Gracias amigo "anónimo" jajaja. Vos siempre con tus cumplidos y tus ganas de desafiarme a escribir y publicar más. Besos

Omar. dijo...

Es que escribes tan bien que te tendría que decir que todos los dias escribas algo.

Anónimo dijo...

Hoy, la flor blanca y pura, de nuevo, se desprendió, iniciando un viaje psicodelico y desenfrenado hasta el oasis de tus manos, donde se alimentara del maná de tus latidos, que parecian haberse detenido hace décadas, trayendo al mundo frio y estructurado un poco de caos y temor, ese sentimiento que no sentías de manera tan visceral, desde aquel diciembre en las calles perfumadas de lirios y delirios, que trajeron remenbranzas de antiguas palabras jamás dichas, de miradas jamás cruzadas, de besos nunca estrenados, de pieles que no se expusieron al desgarrador abrazo de la soledad, y que solo sueñan con anidarse en las muescas de tus labios y acunarse en los rincones de tu impetuosa sonrisa. Sonrisa que no supo tener destinatario, hasta que la blanca y pura flor, cayó de nuevo en la prisión de tus nacaradas manos, rompiendo el protocolo del olvido y el adiós. Pero, fue solo un sueño? O una floreciente y calida pasión, que como el orgullo fénix del perdón, renació de las cenizas del recuerdo de aquel diciembre......??