Cuando mi voz no encuentra cabida y mis palabras no tienen sonido, vuelco lo que mi garganta aprisiona, plasmando todo eso en lineas cargadas de pistas, ideas e historias muchas veces indescifrables. La razón, decir, pero no decirlo todo....sino jugar al misterio sin fin.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Ni cuando
Ni cuando las aves dejen de volar,
ni cuando el nido no exista más,
ni cuando todo esto pase, te dejaré de pensar.
Ni cuando las flores ya no te perfumen,
ni cuando mis labios ya no te endulcen,
ni cuando no te vea, te dejaré de pensar.
Ni cuando las noches se acaben,
ni cuando la brisa te hable,
ni cuando me mires, te dejaré de pensar.
Ni cuando me contagie tu risa,
ni cuando me llenes el alma,
ni cuando tú seas, te dejaré de pensar.
Ni cuando el cielo amanezca,
ni cuando el viento te suspire,
ni cuando tú lo sientas, te dejaré de pensar.
Ni cuando las heridas de mi corazón ardan,
ni cuando el amor se reconcilie,
ni cuando te llame, te dejaré de pensar.
Ni cuando tus caricias sientan mi piel,
ni cuando te sienta partir,
ni cuando te alejes, te dejaré de pensar.
Ni cuando te sienta tan lejos,
ni cuando alguien murmure tu regreso,
Ni cuando te vea en mí, te dejaré de pensar.
ni cuando te vayas para no volver,
ni cuando en el cielo estemos,
ni cuando llegue ese sueño eterno, te dejaré de pensar.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Tú me sos lejano
Corre el agua salada por mi rostro, una emoción, una amargura, una desilusión se apodera de mí. Escucho tus palabras y el cielo se desvanece sobre mi cuerpo terminando con mis fuerzas, con mis ganas.
Te me ves tan distinto, tan confundido, tan cansado. Siento ser parte de tu decisión, de tu pero, de tu desgano y se me parte el alma en mil pedazos. La felicidad me parece tan lejana cuando la angustia se avecina tan repentinamente. Me ataca, me hunde, me sumerge en un estado necio, confuso, atormentador.
Te siento más fuera que dentro de mí, me apartas, lo siento por todos los poros; el aire sabe a tu abandono, a tu lejanía. El tiempo va siendo cruel y no quiere dejar de serlo, el tiempo va pasando soportando los silencios, la soledad, la incomprensión; aquella que se da el lujo de ser la estrella de la noche.
A la distancia te creo distinto, no sos el mismo, ¿en qué te has convertido?. Quieres volver a tu cuerpo, quieres volver a tu esencia y lo estoy sabiendo segundo a segundo; pero me niego y me confundo. Quiero acercarte a mi cuerpo, a mi ser, pero siento que no quieres hacerlo. Te me quieres ir, te me quieres distante; y se me estremece el cuerpo de sólo pensar que todo puede desaparecer en cualquier momento. No quiero pensar, me niego, me ciego, me hundo en el silencio, y la soledad hace estragos en una noche estrellada que no se atreve a dar luz a mi vida, y me deja caer en la angustia de pensar y sentir que —de a poco— te estás despidiendo.
Divina escritura
Estoy lo escribí cuando tenía 16, 17 años. Tiene sus añitos ya...
Voy muriendo de a poco y no encuentro felicidad,
necesito un te quiero,
necesito alguien que me pueda escuchar.
Sólo tú eres mi salvación y mi salida,
eres tú quien conoce mi triste vida.
Sólo tú me calmas y me entiendes,
y es contigo, por ti y para ti que estoy viva.
Mi vida la tienes tú dulce escritura,
eres quien revela mis andares,
eres la sombra de mi sombra,
eres la huella de mi huella;
tú me calmas por completo,
contigo me siento contenida.
Eres tú la única manera que tengo para vivir,
y creería que si mis sentimientos no estuvieran sellados en este papel,
mi existencia sería nula.
Tú cambias todo, tú me comprendes,
me haces olvidar los miedos,
y me recuerdas que sin ti yo me muero;
que mi vida se debe a ti,
que mis sueños y temores,
que mis tristezas y alegrías te las entrego.
Eres como el consuelo para mi alma triste y sufrida.
Eres mi esperanza para mi abandonado corazón.
Nunca te mueras escritura divina,
que si llegaras a desaparecer,
te aseguro que me habrás matado.
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