martes, 1 de enero de 2013

Desconcierto

Sos indescifrable... al menos para mí. Tu pocas palabras, tus gestos inciertos, tu serenidad mezclada con un desenfreno me tienen en constante desconcierto. ¿Que sé? nada de nada, ¿que pienso? todo de todo. Aún no he aprendido que el pensar se merece un descanso. Mi mente no conoce de domingo, ni franco; menos de feriados. No se toma vacaciones... ¿Qué veo? de todo un poco. Uno, dos, tres... no son solo números, son momentos, son lugares, son horas... Un aquí y un allá, un ir y venir, una esperanza, un sueño, una ilusión, pero serán ¿una realidad? ¿Qué siento? sensaciones encontradas. Paso del sensible escalofrío que me provocas cuando rozas mi piel a estar mustia por no saber... me llena el calor que irradia las miradas y los cuerpos, me consume el hielo que hay de por medio. ¿Qué espero? mucho, poco o nada... lo que deba ser. Ya es tiempo de dejarme llevar... de dar lugar a la vida que me sorprenda... ¿Qué siento? que es tiempo de querer sin desear y de tener paciencia para que se concrete.

Fuera de mí

El aire me trae tu recuerdo. No debería, me hace mal. Intento alejar de mi mente ese pensamiento, no tiene porque avecinarse de esa manera. Estás fuera, fuera de aquí. Ya hace tiempo que te fuiste; no te atrevas a volver. No te espero, ni yo ni nadie. Sigue tu camino, que yo estoy vislumbrando el mío. Un nuevo sendero, un nuevo ser, un nuevo amor. Es incierto, en mi corazón la certeza aún no tiene cabida. Después de tantas grietas, las heridas buscan alivio, salvación. De a poco el interior comienza a entenderse consigo mismo, sabe qué debe salir, que debe vivir y se atreve. Lento, sin prisa... así va... en busca de emociones que lo hagan renacer. Están los que van, los que vienen... nada especial. Aun así no es igual, pero tampoco diferente. Hay emociones que aún no se han dado por aludidas, prefieren seguir dormidas a la espera de lo mejor. Pero no tienen que apresurarse... lo que tenga que pasar, indefectiblemente pasará. Y sino... me atrevo una vez más a desafiar al destino. No será la primera vez; seguro que tampoco la última.